¡Noche, embrujadora!

Noche embrujadora, de sonidos tenues, de murmullos que pasan rozando tiernamente las pieles de quienes esperan que llegues para poder sentir la libertad que produce tú  máscara, esa máscara que hace que los amantes se sientan seguros, para amarcen en lo secreto de las tinieblas.

Algunos sienten amor por ti oscuridad, otros le temen, quizás por las historias mal contadas donde te muestran como la acumuladora de desgracias, la que esconde la maldad, donde agazapados se esconde para dar su estocada final.

¡Noche!, no debes sentir temor por lo que dicen de ti, aunque compites con la luz, tu eres tan diferente, que enamoras, en ti se descansa, aunque existan los afanes, verte es sinónimo de una hora que no podemos evadir.

Contigo noche, hemos amado, perdido, llorado, tienes esa capacidad de revolcar nuestros pensamientos, de hacernos recordar lo olvidado, de revivir pasados absurdos, de sueños olvidados, de hacernos tan sensibles al dolor.

Noche, aunque no podemos negar que hay días que no queremos que llegues, pero eres tan fiel a tu cita, cada día llegues puntual apagando, oscureciendo nuestra vidas, para que la luz,  se convierta en héroe.
Escrito: Faiver Susunaga